sábado, 14 de octubre de 2017

DECISIONES...


DECISIONES

Se duerme la noche y él allí, pensándola,  soñando despierto con tenerla,  que sea suya para siempre; pero… no se atreve a confesar su amor, teme la reacción que pueda ocasionar el pararse frente a ella y decirle lo que siente, se burlará y lo rechazará o accederá a  su declaración de amor?

Solo se le ocurre tomar su vieja máquina y volcar sus sentimientos en esas hojas en blanco que mete, escribe, saca y tira al cesto de la basura.

Sus manos nerviosas tocan cada tecla, su compañera, es la luz de la pequeña lámpara de mesa que pareciera acariciar dulcemente cada hoja que sale al cesto, como pensando, el pobre… no sabe cómo hacer para sacar sus miedos y pintar de ilusiones el corazón de esa muchacha que sin saberlo, está enamorada de él.

Su mente divaga en sensaciones diversas, hasta que, luego de varios intentos fallidos, sus musas le inspiran y escribe…

Amor…
después de mucho pensarlo,
te abro mi corazón,
y te escribo está poesía
declarándote mi amor,
es tan puro lo que siento,
es tan grande mi ilusión
que sólo te pido leas,
con atención lo que soy…

Soy el hombre que te ama,
que por ti siente pasión,
que descubrió el sentimiento
de suspirar por tu amor,
que ha escrito una serenata,
inspirada en tu hermosura,
en tus ojos, en tu pelo,
en tu boca que es dulzura.

Que deseo seas mi esposa,
que te llevaré al altar,
y contigo de la mano
deseo formar mi hogar,
que seamos mas que amigos,
mas cómplices del te quiero,
que sintamos la lujuria
la pasión sin desenfreno,

Quiero amanezcamos juntos,
el resto de nuestras vidas,
y que lleguemos a viejos,
sintiendo aún tu ternura,
sólo espero me respondas,
y que al fin me des el si!
para acabar la tortura
de estar sufriendo por ti.


Sin más, firmó su poesía, la guardó en un sobre blanco, el cual selló y dejándola sobre el escritorio, al lado de la máquina, se fue a tratar de conciliar el sueño.

Sin lograrlo, tan pronto los rayos del sol iluminaron su habitación, saltó de la cama,  se acicaló  y fue en busca de su amada que, como siempre, pasaría media hora mas tarde.

Luego de saludarla con fina elegancia, le entregaría el escrito, motivo de su desvelo y esperaría que al leerla, ella le diera el sí y hacer realidad su sueño.


Autora: Iris Ponce
Inspiración Visual 111
Octubre 08, 2017

Prosa/Poesía