sábado, 26 de octubre de 2013

EN LOS BRAZOS DE LA MUERTE...




















EN LOS  BRAZOS DE LA MUERTE…

Si, allí estuve, a su merced, en sus brazos, sintiendo como absorbía de mí ese hálito de vida que quedaba, de seguro fue un instante, para mí lo que me quedaba de vida.

A pesar de presentir su llegada, de sentirla, de olerla, nunca estuve preparada para recibirla.

Me tomó con desventaja, y poco a poco sentí su caricia, su boca tan cerca de la mía que pensé me besaría, pero no, se limitó a observarme, yo sin fuerzas, incapaz de resistir su embate, sólo sentía sus fríos huesos acariciando mi piel, tocando sin recato, y yo allí, tendida, entregada, esperando sin fuerzas que terminara, más en ese último instante paró, detuvo su paso, algo la hizo frenar su último suspiro, que vio? Que sintió que le hizo dudar de su cometido?

No lo sé, sólo puedo decirles que, cada noche, cuando queda todo en silencio, vuelve a mi lado, se apodera de mi cuerpo, me hace suya y así como llega se va, silenciosa, callada... 

Su presencia al comienzo me aturde, pues espero el final; pero luego, sólo queda el cansancio y la espera de más sensaciones fascinantes.  Es extraño lo que siento, estar en sus brazos y desearla como lo hago, sentirla como la siento; y a la vez temerla como le temo...

No sé cuánto más durará; pero deseo sea por mucho tiempo, porque estar en sus brazos fue un sueño para el cual no estuve preparada más sin embargo… la vencí.




Autora: Iris Ponce
Octubre 26, 2013