miércoles, 10 de enero de 2018

NOSTALGIAS...


NOSTALGIAS

Amanece, una mañana soleada, tranquila y especial. Llegó diciembre y se me antoja escribir poemas o una bella historia que tenga que ver con estas fechas tan vividas para mi.
Estoy en la habitación que usaba en mi época de juventud y que mi madre, a pesar del paso de los años, la conserva como si yo aún viviera aquí con ellos.

Cada vez que llego, la repaso de arriba abajo... todo exactamente igual, los cuadros que con mucho orgullo mi madre mandaba a enmarcar cada vez que se me ocurría pintar; los libros!! todos, desde que inicié la escuela, hasta mis últimos grados en la universidad, amén de las novelas rosas que me fascinaba leer, imaginando, hermosas imágenes de amor.

El cubrecama, ese era el que menos me gustaba; pero a ella, mi madre, le encantaba ponerlo, junto con los cojines que ella misma confeccionó en sus ratos de ocio.
En este cuarto se detuvo el tiempo, hasta la lámpara sobre el mueble que guarda muchas de mis vivencias está allí y, aunque no lo crean... funciona!!

El amplio ventanal con sus cortinas sencillas; pero que me permitían divisar el exterior y ver a mi vecino, si, aquel que me inspiró los primeros suspiros de amor.
Oh! que de recuerdos... vuelvo a la realidad, mi madre me llama para desayunar! Muero de hambre.

Así que, por lo pronto dejaré descansar mis pensamientos, desayunaré junto a mi madre y hermanos y después, me dedicaré a escribir esos poemas para festejar la navidad.



Autora: Iris Ponce
Inspiración visual No.115
diciembre 03, 2017

ESPERANDO QUE LLEGUE



ESPERANDO QUE LLEGUE...

Ansiosa espero en la ventana, ya todos hicimos nuestra tarea y adornamos el árbol... quedó hermoso! mi hermanito Andrés, empieza a colocar su carta para Santa; Clarita a su lado, haciendo travesuras y María, tan pequeñita, en los brazos de mamá, que junto a papi, conversan animadamente sobre lo que será esta noche.

Noche especial, porque hoy nace el Niño Dios, quien vino al mundo para traer esperanza, fe, paz y amor a un mundo amenazado por las guerras, al menos, eso le escucho decir a mis padres cuando conversan; y siempre, antes de dormir, oramos para que ya no mueran mas inocentes, para que reine la paz y que no se acueste nadie sin comer.

Todos a la espera de los abuelos, que están a punto de llegar, ya avisaron vienen en camino, por ello cada rato miro por la ventana a ver si asoma el carro que los trae, ya que por su avanzada edad, mi abuelito no puede manejar; así que mientras esperamos, mami empieza a tararear una canción y todos le seguimos cantando “navidad, navidad, blanca navidad...”

Abrazo mi muñeca y pienso lo dichosos que seremos cuando lleguen los abuelos y luego de la cena, la abuela comience a contarnos bellas historias sobre el nacimiento del niño en Belén, de cómo una estrella alumbró el camino a los reyes magos para que llevaran presentes al Redentor, al igual que los pastores.

En la calle, niños juegan con la nieve que cayó temprano y riendo corren para evitar le lancen las bolas que han preparado para ello.

Suena una corneta! son las 8, y ya están aquí los abuelos, emocionados, vamos hacia la puerta a recibirlos, que alegría! todos han llegado, será una noche hermosa, donde en unión familiar pediremos nuestros deseos y comeremos la rica cena que prepararon las tías Rosa, Carmen y mamá!

Luego a dormir y a esperar nuestros presentes, como siempre, le hemos dejado a Santa leche y galletas, cuando despertemos, debajo del árbol estarán los juguetes que por habernos portado bien, de seguro nos dejará!

Eso si, antes de dormir, pediré por todos ustedes y les desearé una hermosa navidad y un mejor año nuevo!
Felicidades!



Autora: Iris Ponce
diciembre 19, 2017