jueves, 8 de enero de 2015

LA PRINCESA Y EL AVE...


LA PRINCESA Y EL AVE

Érase una vez una hermosa Princesa, a la que le encantaba corretear por los jardines de Palacio; siempre con su risa cantarina y una dulce canción que repetía desde chiquilla, la misma que su nana le había enseñado y que contaba la historia una bella niña,  tremenda y correlona que jamás se estaba quieta…

Como todas las mañanas, salió al jardín y escuchó a lo lejos el canto de un pajarito de vistosos colores, su curiosidad, la llevo a seguirlo, hasta encontrar un frondoso árbol donde, escondido entre las ramas más altas, se hallaba un  pequeño nido.

Como decía la canción que continuamente tarareaba, siempre de tremenda, no tardó en escalar al árbol, y con algunos tropiezos, logró alcanzar la rama donde se encontraba el nido y dentro de él 3 huevecillos.

El pequeño pajarito, tan pronto vio que estaba en peligro su nido, empezó a revolotear alrededor del mismo tratando de defenderlo y; para sorpresa de la hermosa Princesa, la picoteo.

Decidió bajar del árbol pero, a partir de entonces, cada día se acercaba al nido, llevando consigo algo para el pajarito, fue un reto; pero al final lo logró, la pequeña ave le perdió el miedo y con el paso de los días,  consiguió que se posara en su mano.

Desde entonces, esperan juntas, el nacimiento de los pequeños, ella tarareando su acostumbrada canción;  y el hermoso pajarito con su alegre trinar, llenando el ambiente de música y color.

Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.



Autora: Iris Ponce
Enero 08, 2015 

miércoles, 7 de enero de 2015

MI SUEÑO..

 

MI SUEÑO

Y lo soñaba, noche a noche aparecía en mis sueños esa imagen de otro mundo, otra tierra…

Me intrigaba esa repetición  y en ella yo, sola, tratando de comprender el por qué de encontrarme allí, era algo irreal; más sin embargo, la belleza que irradiaba el lugar me intrigaba.

En mi sueño caminé un largo trecho, no había nadie más; trate inclusive de ingresar a lo que parecía un edificio, imposible, no tenía puerta de acceso, fui hacia otro, igual no pude entrar.   Me dio sed, sólo estaba una pequeña laguna rodeada de arbustos; llamó mi atención que en medio del concreto se encontraban pequeños veleros, con sus velas izadas, me contuve y traté de pensar en otra cosa.

Alcé la vista, un cielo claro, azulito; y hacia el horizonte un enorme satélite o planeta? No lo sabría, respiré y sin pensarlo, inicié el camino que me llevaría hacia aquella ciudad que se alzaba  altiva ante mis ojos…

Nunca sabré si llegaré a ella, por qué?

Porque cada vez que inicio la marcha… despierto.

Que significado tendrá ese sueño, porqué se repite constantemente?

Solo espero que alguna vez pueda llegar al final del camino, estar allí y encontrar la respuesta que despierta busco sin hallarla.



Autora: Iris Ponce
Enero 07, 2015