miércoles, 12 de diciembre de 2012

UN DÍA ESPECIAL...



UN DIA ESPECIAL…
Desde que amaneció, recibió el primer regalo. Mi abrazo le tomó por sorpresa, no lo esperaba tan temprano, le he saltado encima de su panza, ha soltado un fuerte Ay! luego sonrió con esa risa tan suya, particular, con sus dientes blancos como nácar y su cabello enrollado.

Mi papá… si señor mi papi!  que agarrando fuertemente mi cintura me levantó hasta el cielo, luego caí de nuevo en su pancita y ambos reímos  hasta que entró mamá para indicarnos que ya bastaba de juegos y que debíamos ponernos en marcha, pues tenía una sorpresa grande como el cielo e inmensa como el mar. 

Salimos disparados de la cama, nos arreglamos, comimos y zuas!
mami dijo que ella manejaba hoy,  así que mi papi, se sentó a su lado y así comenzó nuestro recorrido por hermosos lugares, hasta que no sé cómo, llegamos a un paraje solitario desde donde se divisaba el mar.

Mami aparcó el carro y nos bajamos a contemplar la belleza del lugar, era hermoso la tranquilidad, la belleza y la paz que se sentía en ese espacio que Dios había creado para nuestro disfrute donde sólo estábamos nosotros, tan lejos y tan cerca del cielo.

Papi abrió sus brazos y respiró hondo, a su lado hice lo mismo, extendí mis brazos y respiré con él, fue un momento maravilloso y me dijo: Hijo, nunca olvides de dónde vienes, lo que tienes, lo que quieres y hacia dónde vas, la vida es bella y debes aprender que esta inmensidad nos pertenece si la sabemos tratar.

Fue un instante, mágico, pero bastó para querer más a mi padre y sentir que aunque ya no fuese un niño, su abrazo y sus enseñanzas me acompañarían siempre.

Fue un Día Especial, mamá le obsequió un hermoso bote, y zarpamos a la mar comandados por el Capitán de nuestra vida, un hombre con un amor incondicional y de grandes valores. Mi padre.

Hoy ya no estás, pero tu recuerdo me acompaña siempre, sobretodo en estas fechas cuando escucho la voz de mi hijo que corriendo llega abrazándome y llamándome ¡Papá!

Dios te bendiga hijo. Dios te proteja siempre y me permita disfrutar de ti como lo hizo mi padre conmigo.

Papa! fuiste para mí el ser más importante, sigo tus enseñanzas y trato de enseñarlas a mi hijo para que siga nuestros pasos.
Donde quiera que estés… Gracias. Feliz Día Papá!

 


Autora: Iris Ponce
Junio 14, 2012

Este relato fue uno de los 5 Destacados en el Grupo "Descubriendo la Poesía" en el Portal "Sociedad Venezolana de Arte Internacional"

INMENSIDAD



INMENSIDAD

De regreso de uno de mis tantos viajes, sumergida en mis pensamientos y deseando que pronto el vuelo que me transportaba llegara a su destino para reunirme con mis afectos y comentar sobre todo lo que ocurrió en esta oportunidad,  de repente, aún no sé por qué volteé la mirada y observé un inmenso cúmulo de nubes que por debajo del avión se agolpaban como queriendo ser parte de nuestro vuelo.

Mi mente se escapó irremediablemente al contemplar tanta belleza que encierra el firmamento, que sólo pude sentir en ese momento que quería ser parte de una nube, vagar infinitamente por el cosmos y olvidar tantos problemas de los que somos sin querer a veces protagonistas o testigos.

Que grandioso y hermoso se veía el cielo cubierto por este manto de algodones blancos que saludaban con distintas formas al ojo que imaginariamente contemplaba.

Que calma y que quietud sentí en esos momentos, nada se interponía entre el cielo y yo, era libre y volaba, surcaba el cielo como un ave, revoloteaba alegre y feliz, sin preocupaciones y sin pensar en lo que me esperaba allá abajo.

Ah! que respirar tan puro, que sublime y que calma se siente cuando se está lejos del mundo y tan cerquita de Dios. 

Soñé despierta y me sentí relajada, calmada y feliz.  Pero oh!! La realidad, de pronto, escuché una voz que decía en tono amable: Señores pasajeros, se les agradece ajustarse el cinturón, pronto aterrizaremos”

De un plumazo me cortaron las alas, volví a la realidad, se acabó ese momento de calma, de paz y de quietud, donde me sentí inmensamente libre y feliz.

De nuevo… tocaba tierra firme, adiós sueños, la realidad es otra y debo afrontar el día a día que por suerte me tocó vivir… eso sí, hasta la próxima vez  que suba a un avión y juro que desde que arranque, sentiré que yo y solo yo estoy volando, libre como el viento y disfrutando de esta hermosa inmensidad que nos regala  el universo.

     



Autora: Iris Ponce
Diciembre 01, 2012
Descubriendo la Poesía

martes, 11 de diciembre de 2012

CARTA DE JAIMITO A LOS REYES MAGOS y LA RESPUESTA DE LOS REYES



CARTA DE JAIMITO A LOS REYES MAGOS Y
LA RESPUESTA DE ELLOS.



Estimados Reyes Magos:

     Les extrañara que les escriba hoy 7 de enero, pero quiero aclarar ciertas cosas que me han ocurrido desde el día 1° de este mes, en que lleno de ilusiones, les hice mi carta en la que les pedí un tren eléctrico, un par de patines, un traje de futbol y una bicicleta. Ya que mi abuelita me dijo que si me portaba bien, me traerían muuuuuchos regalos, al igual que al niño Jesús hace muchos, muchos años.

     Me destroce el cerebro estudiando todo el año, tanto que no solo fui el mejor de mi clase, sino que obtuve la mejor nota de la escuela donde estudio. No los voy a engañar, no hubo nadie en el barrio que se portase mejor que yo, con mis padres, mis hermanos, mis amiguitos, con los vecinos; hacia mandados SIN COBRAR, ayudaba a los ancianos a cruzar la calle, y no se presentaba nada que estuviera a mi alcance, que yo no hiciera por la humanidad. y sin embargo...

¡¡¡ QUE BOLAS REYES MAGOS!!!

     Que bolas tienen! dejando debajo de mi cama un piche trompo, un pedazo corneta y un mierda par de calcetines. Que carajo se han llegado a pensar, trío de malparidos, o sea que me han agarrado de pendejo todo el año, para salirme con una cagada de esa categoría. Y no conformes con eso, al maricón del hijo de la señora a quien mi papa le maneja el coche, a ese gran mierda que no se puede entrar a su casa de la cantidad de juguetes que tiene regados por todas partes, a ese cabrón si le trajeron todo lo que pidió y más.

     Por eso ahora quiero que venga un huracán como Katrina o algo así, para que nos lleve la gran puta a todos, ya que con unos reyes magos tan falsos, mejor nos ahogamos. Eso si, no dejen de venir el año que viene, porque voy a entrarle a pedradas a sus malditos camellos, para que se les espanten y tengan que parir  y regresarse a pie como yo, por que la bicicleta que  les pedí, era para ir a la escuela que queda hasta la mierda de lejos. 

     Y no quisiera despedirme de ustedes sin antes mentarles la madre ¡Pizados! Ojala que los acusen de terroristas, los fusilen, les den la silla eléctrica y encima se enfermen de sida, o mejor, que los agarre un bombardeo en Irak cuando vengan para acá y no vuelvan a joder más, sobre todo al pedazo del negro de Baltazar, que bien decía mi madre: "No te fíes de los negros que siempre la cagan"

     Pero les advierto, el año que viene van a saber lo que es un niño maldito, come mierda y mal portado.

Atentamente, 
Jaimito, El Cabrón.


P.D. El trompo, la corneta y el par de calcetines, pueden pasar a recogerlos para que se los metan por el culo.
CC. Santa Claus


Respuesta a Jaimito de los RR MM

Estimado Jaimito, Alias el cabrón:

     Ya leímos tu carta y pensamos que el que no tiene madre eres tú, pero te vamos a explicar, lo que dices en tu carta es totalmente cierto, fuiste el mejor alumno y te portaste bien, pero también se te olvido mencionar algunos detalles.

     En el colegio en hora de recreo te orinaste en las bebidas de algunos de tus compañeritos, y como los pobres estaban muriéndose de sed se las tomaron enteritas mientras te cagabas la risa en una esquina; también se te olvido mencionar que te robaste el examen final de matemáticas y que te aprendiste las respuestas, ya que no entendías ni mierda por andar viéndole los calzones a la maestra, así cualquiera sale bien en clase, degenerado ladrón. 

     El trompo y la corneta que te trajeron es porque estas jodido, y además de jodido pendejo, ya que el viejo guevón de tu padre te hace creer que nosotros te vamos a llevar todo lo que pidas, a tu edad ya deberías de ser un poco mas despierto.

     Al viejo cabrón le faltan huevos para decirte la verdad y no ser tan ojete de traerte todo el año fantaseando haciéndote ilusiones que no se cumplen. Ya no te la jales ni chantajees a la gente, si te portaste bien es porque así debes de ser no porque vas a negociar tu comportamiento por juguetes, parece que al que hay que acusar de terrorista es a otro.

     Al ricachón a que te refieres y que tiene cientos de juguetes, ni los sabe disfrutar por pendejo, además que es joto, se la pasa tocando el violín y yendo a conciertos con su maestro que es homosexual. Y tu claro envidiándolo; creemos que has de disfrutar más haciéndote pendejo con tu pedazo trompo y corneta, que él con sus mamadas.

     Con respecto a la bicicleta por si no lo sabías animal, caminar es de los ejercicios más completos que hay, claro a ti te ha de valer madre porque eres huevón y crees que con la bicicleta se te va a quitar. Pero noooooo, agradecido deberías estar que no caerás muerto de infarto a los 40 como el ilusionista de tu padre.

     Ahhh! y a lo mejor el otro año te llevamos la pita del trompo que se nos ha olvidado, para que te amarres los grandes huevos que te están colgando.

     En cuanto a Baltazar, ese pedazo de negro ni es rey ni nada, lo traemos de cargador de bultos, y al marrano de Santa Claus, ni nos preocupa aunque le hayas mandado una copia de tu carta, por nosotros que vaya y chingue a su madre en el polo norte.

     Por último dile al desgraciado de tu papa, que le haga un cariñito al trabajo o en última instancia a la patrona para ver si el año que viene consigue algo de dinero y te compra una bicicleta aunque sea de segunda mano, después de todo si te la mereces.

Atte. Melchor, Gaspar y Baltazar




AUTOR:DESCONOCIDO

JAVIER E ISABELLA... UN AMOR OTOÑAL



JAVIER E ISABELLA...
UN AMOR OTOÑAL

     Javier e Isabella, sentados a la luz de la luna recordaban sus 50 años juntos …!toda una vida! llena de amor, angustia  alegrías, dolores.

     Amor, porque eso fue lo que sintieron desde que se conocieron; angustias, porque debieron pasar por malos ratos cuando la escasez se hizo presente en sus primeros años juntos; alegrías, cada vez que llegaba a sus vidas un hijo, que era un rayo de luz que les llenaba  de esperanza; y dolor, cuando sin esperarlo sintieron en carne propia la pérdida de 2 de ellos.

     Su historia, como la de todo extranjero que llega a tierra ajena y se enamora de la más hermosa de las mujeres del lugar, fue mal vista por los lugareños y por los padres de ella, quienes se opusieron a sus amores. Sin embargo, su constancia, aplomo, dedicación al trabajo y su manera de comportarse tiraron por tierra todo recelo,  ganando la indulgencia de propios y extraños, logrando llevarla al altar.

     Fue un matrimonio íntimo, con los familiares más cercanos y los amigos y vecinos más allegados.

     Marcharon a las afueras del pueblo instalándose en un barrio residencial, sencillo pero cálido, logrando ganarse la estima de sus vecinos.

     La pasión fue creciendo día a día; y la separación a intervalos, cuando se hizo necesaria, sólo fue soportable por ese amor que se juraron.

     Así pasaron los años,  llegaron los tiempos buenos, creció la familia, hijos sanos y hermosos, hasta que llegó la peste y al marcharse se llevó a 2 de ellos. 

     El dolor los embargó, pero lograron sobreponerse a la pérdida y hoy, luego de 50 años, están más unidos que nunca, el amor ahora menos apasionado pero con la misma ilusión, no les ha abandonado, disfrutan de una vejez plena, con 5 nietos que llenaron en parte un vacío.

     -Se hace tarde amor y hace frío, comenta Javier y levantándose la toma de la mano, luego la abraza y al encontrarse sus miradas, vuelve a encenderse la llama de ese amor que jamás se apagará.

     Ella sonríe y … él le siguió!


Autora: Iris Ponce

LA SEMILLA Y EL CARACOL...



LA SEMILLA Y EL CARACOL


     Había una vez un pequeño caracol, paseando muy lentamente por el prado, distraído y pensando en su soledad porque, a pesar de tener su casa siempre a cuestas, no podía invitar a nadie a visitarlo.

     Soñaba con tener muchos amigos, pero se le hacía imposible, era lento para caminar y su casa le pesaba mucho, aun cuando si se lo proponía, podía salir de ella.

     Ese día consiguió en el camino, igual de solitaria y al borde de la calzada a una pequeña semilla, que sólo podía moverse si el viento soplaba fuerte y la arrastraba. No tenía manos, ni pies, no podía jugar ni saltar por el camino, ni conocer nuevos lugares,  que era lo que más deseaba hacer.

     Luego de ayudarla a salir de la calzada y de que ella le comentara sus deseos, el Caracol, a pesar de llevar su casa a cuestas le dijo:

     Semillita...  ¿te gustaría ser mi amiga? Y le habló de los lugares a los que él iba. Si aceptas lo que te ofrezco, yo podría llevarte sobre mí, así conocerías mi casa y podríamos los dos conocer nuevos lugares y tal vez más amigos!

     La semilla emocionada y agradecida pues por fin podría ir donde quisiera aceptó ser su amiga.

      Desde ese día se hicieron inseparables.

     Y colorín colorado, el cuento de la Semilla y el Caracol se ha terminado.


Autora: Iris Ponce
Octubre  2010

LA PELOTA DE DIEGO...



LA PELOTA DE DIEGO


      Se acercaba Navidad, y la ilusión de Diego era poder ir al parque y jugar con sus mejores amigos, aun encontrándose en esa silla de ruedas que le impedía correr como lo hacía antes.

     Por tremendo había rodado por las escaleras de su casa y luego de varias operaciones, se recuperaba satisfactoriamente, iba a caminar, pero debía utilizar la silla hasta que sus condiciones mejoraran y pudiese volver a andar y correr como antes.

     Llegó Navidad, y entre todos los juguetes que le trajo el Niño Jesús, encontró lo que deseaba, su pelota… grande y blanca como la había soñado.

     De inmediato, le dijo a su papá le llevara al parque, de seguro estaban sus amiguitos y podría compartir con ellos y jugar con su nueva pelota.

     A pesar de estar en esa silla, sus compañeros y amiguitos jamás lo menospreciaron, al contrario, se desvivían por ayudarle a soportar esos días pesados, cuando el cansancio y el dolor tocaban su corazoncito.

     Ese día fue agotador, se consiguió con Daniel y Pablo, dos de sus mejores amigos y compartieron una tarde de juegos,  risas, refrescos y helados para calmar la sed por tanto correr y rodar la silla.

     Ya cansados de tanto jugar, decidieron volver a sus casas, tomar un baño y descansar, Diego durmió esa noche, luego de la cena y de comentar su paseo como un angelito, pero eso sí, con su pelota al lado, para recordar y soñar que dentro de poco volvería a correr por el parque, pero sin la silla y rodeado de sus queridos amigos.

     Llegó Navidad y lo consiguió feliz y emocionado.





Autora: Iris Ponce
Descubriendo la Poesía
Noviembre 10, 2012

EL PARQUE...


                                                                                                                                     Poema Infantil 
EL PARQUE

Vámonos todos al parque
a jugar con los amigos,
a montarnos al columpio
en la rueda, en el castillo.

Yo subiré al tobogán
tú correrás al castillo,
y las niñas contaran
hoy sus cuentos coloridos

Será una gran diversión
jugar a las escondidas,
detrás de ese árbol grandote
por donde el sol sale ahorita.

Mi perrito correrá
detrás de las mariposas,
y tu gato dormirá
una siesta bien sabrosa.

Que bueno fue ir hoy al parque
después de hacer la tarea
espero que se repita,
y que nos lleve la abuela.




Autora: Iris Ponce
septiembre, 2012