PAPI…
RECUERDA QUE HOY TE TOCA CONTARME UN CUENTO!
Ya era hora de que Aurora se acostase, así que
Amada, su mamá la cargo en brazos y llevándola a su alcoba le iba diciendo…
Vamos preciosa Princesa, a cambiar tu ropa por
pijama y a cepillar tu lindo cabello para que te duermas, mañana tienes un día
muy activo, vas al colegio…
Aurora, con su carita pecosa y regordeta, su
cabello amarillo y su juguete preferido, un unicornio, abraza dulcemente a su mami, besándola y
luego grita desde su cama:
Papi… recuerda que hoy te toca contarme un cuento!
Sebastián que ya llegaba por el pasillo, soltó una
carcajada y su sonrisa iluminó la estancia, para su pequeña, él era su contador
oficial de cuentos, aunque ella debía recordárselo.
Sebastián abrazó a su pequeña y de inmediato le
preguntó:
¿Dime princesita, cual cuento leeremos hoy?
El de Blancanieves o el de La Sirenita; o tal vez
quieras leer a Cenicienta? Escoge de cualesquiera de los afiches que cuelgan de
tu pared, y leeremos ese.
Aurora, volteándose y viendo con cuidado su pared
repleta de hermosos dibujos escogió que su papi le leyera la historia de La
Bella y la Bestia.
Sebastián tomo un gran libro y acostándose al lado
de Aurora, comenzó a leer la historia.
La niña se mostraba interesada y asustada en
algunos momentos de la narración, sobretodo, cuando su papi le hablaba de la
bestia.
Aurora,
aferrada a su Unicornio reía emocionada cuando su papá debía cantar las
estrofas de canciones que aparecían y abría sus grandes ojos asombrada porque
una taza, una azucarera y un tostador podían hablar, al igual que también lo
hacían los cubiertos.
Al final, la niña se quedó profundamente dormida y
Sebastián la abrigó, la besó, colocó al unicornio a un lado de la pequeña y
apagando la luz salió.
Sebastián llega a su cuarto, abraza a Amada, le da
un beso y se prepara para acostarse, cuando de repente, escucha la vocecita de
su pequeña diciéndole:
¡Papi recuerda que mañana debes contarme otro
cuentooooo!
Ambos padres rieron… después de todo, era el
“contador oficial de cuentos”.
Autora: Iris Ponce
Febrero 28, 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario