QUE DE RECUERDOS…
Contemplo
la foto tomada por mi hermano… y me remonto al pasado, cuando en el parque mis
hijos Carlos y Alberto entusiasmados,
trataban de hacer que navegara su pequeña embarcación, regalo de su Padrino
Miguel.
Éramos
muy pobres en ese momento; mas sin embargo, la sorpresa recibida por ese presente inesperado, fue lo más
hermoso que pudieron reflejar sus caritas, ver y sentir la emoción de esos
pequeños nos enterneció a todos.
Enviudé
demasiado pronto, mis hijos contaban apenas con
dos y tres años cuando su padre, que en paz descanse, falleció en ese
terrible accidente de tránsito; así que tocó ser madre y padre para mis niños;
pero gracias a Dios, conté con la ayuda de su Padrino, mi hermano Miguel y de
su esposa Clara, quien se ofreció a cuidarlos, mientras yo trabajaba en una
fábrica que, relativamente, quedaba cerca de nuestra casa.
Así que mis niños quedaban al cuidado de Clara hasta que llegaba yo sobre las 6:00 de la tarde, luego de una ardua y agotadora faena de trabajo; pero ya en casa, se pasaba el cansancio y con todo el amor, atendía a mis hijos que, muy juiciosos, colaboraban en todo lo que su corta edad les permitía.
Pero
bueno, vuelvo a la foto! Era domingo y
decidimos que después del almuerzo los llevaríamos al parque; así que con gran
rapidez, toco preparar la comida, cambiar a los niños, acomodarme y salimos
camino al lugar dispuesto por mis hijos para poner en el agua su barquito.
Fue
lindo en verdad ver las ganas y la emoción con la que echaron al agua su regalo
y, ayudados por una varita que conseguimos, colocaron su barquito dejando que
el mismo flotara en el lago.
Era
emocionante verlos sonreír conversar entre ellos diciendo hacia dónde debía ir
el barquito, absortos en su faena, olvidando que nosotros estábamos allí también.
Sus
caras de satisfacción eran para mí, un tesoro de incalculable valor. Verlos
allí con su ropita de los domingos, sus zapatitos gastados pero limpios, así como
sus mediecitas y sus gorras, salpicando agua, era una delicia. Quedó esta foto de recuerdo tomada con la
camarita vieja de mi hermano.
…El
tiempo ha pasado, de esa foto hace ya muchos años, exactamente veinticuatro;
mucha agua ha corrido desde entonces y nuestras vidas, a medida que fue pasando
el tiempo, fue mejorando, mis hijos hoy, uno médico pediatra y el otro ingeniero
mecánico; yo, en casa, más tranquila y, de vez en cuando, contemplando esta
foto que refleja nuestro pasado… un pasado signado por el dolor, la pérdida;
pero con la mirada, la mente y el corazón, puestas en un futuro mejor, como lo
hemos logrado.
Autora:
Iris Ponce
Inspiración
Visual No.125
Mayo
17, 2018