viernes, 8 de febrero de 2013

...NUNCA LLEGÓ



NUNCA LLEGÓ


     Era temprano, amaneció soleado y fresco, un día especial pues era el matrimonio de una joven que uniría su vida para siempre al ser amado.

     Los últimos toques, todo estaba listo, el salón de festejos, decorado en un suave tono rosa y beige con muchas flores de varios tonos, que le daban un toque de elegancia al ambiente, la música que acompañaría la velada, seleccionada especialmente para la ocasión, la comida, la bebida, los pasa palos... todo de acuerdo con lo que durante tantos meses habían planificado, nada podía fallar.

     La novia irradiaba felicidad, fresca, joven, lucía tan hermosa… Ese día nada ni nadie empañaría su felicidad.

         El vestido escogido con mucho tino, delicado, sublime, los anillos, todo estaba dispuesto para la gran ocasión, sólo faltaba el Novio.

       Se acercaba la hora y los nervios crecían ya lista para salir acompañada de su orgulloso Padre, que veía que su única hija hacía su sueño realidad partieron rumbo a la Iglesia.

        El cortejo, los pajes, los padrinos, todos esperando con ansiedad y alegría el tan anhelado enlace,  sólo que  el chico llamado Andrés no llegaba… transcurrieron los minutos y nada, comenzó la espera, interminable, angustiosa, nadie sabía que había sucedido, empezó la búsqueda, las llamadas y ninguno supo decir que había pasado con Andrés.

     Adela sin decir palabras pues el dolor no la dejaba reaccionar ante el hecho de reconocer que su novio no llegó, salió desesperada de la iglesia y se encerró en su cuarto, sin lograr sus Padres consolarla… Todo había terminado.

        Sólo esperaba que él apareciera para que explicara el por qué había faltado a la cita más importante de sus vidas. 

       Horas más tarde se enteraron por los Padres de Andrés que éste había tenido un accidente y había muerto en la sala del Hospital Central…

        Por eso… nunca llegó. 



Autora: Iris Ponce


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