sábado, 17 de febrero de 2018

VEJEZ...


VEJEZ…

Sentada en la entrada de la que aún era su casa, cubierta con el chal negro que siempre le acompaña, con la vista fija en el horizonte, pensando en no sé qué se encontraba Camila, su mente divagaba, pasado, presente… futuro de pronto como en un sueño, devolvió el tiempo y recordó lo hermosa que fue su vida.

Una niñez privilegiada al igual que su adolescencia, rodeada no de lujos; pero si de comodidades, buenas y honestas amistades, sus estudios al día, tanto así que se graduó en una prestigiosa universidad como Licenciada en Letras, con honores, trabajó en lo que le gustaba y; aunque tuvo pretendientes, ninguno fue lo suficientemente bueno para lo que ella ansiaba en esos momentos.

Por ello, no se casó, y aunque tuvo la oportunidad de convivir en pareja, siempre antepuso su trabajo y su independencia a lo demás; no tuvo la dicha de ser madre, por lo tanto, no tuvo descendencia y quizás su destino hubiese sido distinto de haber pensado y actuado diferente.
Ya, a su edad, está sola, sus padres, hace mucho que partieron, sus mejores amigos, recuerda cada quien marcó su rumbo y no sabía nada de ellos, con el paso del tiempo se fueron distanciando, sus cartas, al igual que las de ella, llegaban cada vez menos, hasta que un día, ya no hubo más contacto.

Así que hoy, vieja y sola, sin más esperanzas ni futuro, espera  Dios se apiade de ella, y que llegue su muerte para descansar en paz; si es que en verdad se llega a un paraíso como dicen.

Qué triste es llegar a viejo, sin cariños ni ilusión, sin tener tan siquiera nietos que revoloteen a su alrededor jugando y contándole historias para verles sonreír o asustarse con los cuentos; o haber tenido un compañero para pasar estos últimos años, haciéndose compañía…

Pero bueno, esa fue la vida que escogió, lo que sabiendo o no pensó era lo que debía hacer; así que no reniega de su pasado, pero si piensa en lo que pudo haber sido y no fue.

Así, llegó la noche y  ella sentada en su portal, se quedó dormida… para ya no despertar.



Autora: Iris Ponce
Febrero 17, 2018

Inspiración Visual 119

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